Hablamos con el director del festival español Concéntrico, que cuenta también con la participación de los productos de mmcité. El encantador pueblo de Logroño se transformará por décima vez y sus calles se llenarán de decenas de proyectos. Javier nos reveló que Concéntrico está impulsando cambios en el espacio público de Logroño. También mencionó que el diseño y la arquitectura son herramientas poderosas para mejorar la vida en las ciudades.
Les deseamos una agradable lectura y esperamos verlos en las calles de Logroño del 25 de abril al 1 de mayo.
Javier, ¿cómo crees que será la calle dentro de diez años?
Creo que será una calle donde podamos percibir el tiempo como una herramienta determinante. Eso es lo que hemos estado explorando en Concéntrico desde 2015 y creo que el tiempo se puede aplicar también al espacio público y a la ciudad en general.
¿Cómo llegaste a organizar el festival Concéntrico?
Concéntrico es un proyecto muy personal y cercano para mí. Se basa en mi interés por estudiar la ciudad, por conectar a sus habitantes y el entorno físico en el que viven. En última instancia, veo la arquitectura y el diseño como herramientas poderosas para mejorar la vida en la comunidad y crear sociedades conectadas e inclusivas. He sido curador del festival año tras año y siempre busco profundizar y avanzar en este tema central que es el punto de partida de todo el proyecto.
"Calles dentro de diez años" es un programa del festival, que incluye a mmcité. En el marco de una convocatoria internacional, seleccionaron el proyecto Scenius 26003, que es hospedado por Porto Academy y liderado por Daryn Knoblauch. ¿De qué trata este proyecto?
Es una forma de celebrar nuestra reflexión, que estamos construyendo constantemente en cada edición. Veo este proyecto como una oportunidad para trabajar con ideas estratégicas que sean innovadoras. Incorporamos a las personas, recopilamos sus opiniones y evaluamos juntos los cambios que están ocurriendo. Principalmente pensamos a largo plazo, también porque se repetirá en los próximos 10 años.
¿Entonces no es una coincidencia que lo presenten por primera vez este año?
Es una forma de marcar una clara diferencia con muchos de los problemas y enfoques que hemos abordado con la ciudad en el pasado. Somos diferentes a como éramos hace 10 años, por eso también queremos adoptar un enfoque diferente. Gracias al intercambio de conocimientos con el público, que obtenemos a través de la organización del festival y nuestra presencia en el espacio público, podemos obtener nuevas perspectivas sobre la calle, la ciudad y su cambio.
¿Crees que este intercambio de conocimientos puede contribuir a dar forma a las ciudades del futuro?
Sí, creemos que todas las ciudades pueden aprender unas de otras. Logroño es un buen ejemplo de esto. Hemos alcanzado una madurez en el proyecto, también en nuestra colaboración con la ciudad. Nos demuestran confianza y podemos realizar la gran mayoría de nuestras instalaciones y propuestas.
¿Cómo ves la influencia de festivales como Concéntrico en promover la innovación y el diálogo en el ámbito del diseño y la arquitectura?
Considero que estos festivales son cruciales. Es un área de innovación y creación en el futuro deseado. No hay tensión por la necesidad inmediata de cambio: proponemos desafíos y un cambio en la ciudad porque queremos, no porque tengamos que hacerlo. En nuestro trabajo diario estamos tan abrumados que no podemos imaginar que se generen tales ideas, pero a través de la organización de festivales podemos permitírnoslo.
¿Qué programas no deberíamos perdernos durante Concéntrico?
Celebraremos, debatiremos y bailaremos aún más que en ediciones anteriores. Ofreceremos un amplio programa con 21 intervenciones, reuniones y actividades, que han sido preparadas durante varios meses por más de 100 profesionales de 20 nacionalidades diferentes. Son proyectos que proponen la renaturalización de espacios públicos, la reinterpretación de la arquitectura tradicional y moderna para mejorar las ciudades, y la reutilización de materiales. Todo esto en una mezcla que nos lleva de lo cotidiano a lo extraordinario.