Imaginaos un mosaico divertido que juega con módulos cuadrados ensamblados en prácticamente cualquier forma. Formas simétricas, regulares y totalmente irregulares son lo que revive cualquier espacio público. Pueden combinar la orientación de las lamelas de madera de color natural o añadir combinaciones de colores. Pueden construir una forma monocromática, simple y tranquila, pero también hacer un juego loco lleno de colores. El resultado será una alfombra colorida que no se encontrará en ningún otro lugar. A pesar de todo esto seguimos hablando de un elemento de mobiliario urbano funcional. Cada módulo tiene una pata central portante completada por unos apoyos de tal modo que el conjunto no tenga una sobrecarga de patas. Los módulos funcionan a la perfección tanto siendo parte de un conjunto como colocados individualmente como una silla personal. El conjunto se puede completar con una variedad de equipamiento como respaldos, mesitas, jardineras y otros.