Conseguir que las personas abandonen sus hábitos es difícil, sobre todo cuando no son plenamente conscientes de ellos. Requiere directrices claras de salud pública, así como nuevos enfoques de higiene en los espacios públicos.
Nuestra solución se llama Sanit.
Una columna con una función integrada que responde tanto a la evolución del mercado en los últimos años como a las nuevas necesidades de las personas en el espacio público. El sencillo diseño, creado por David Karásek y Michael Tomalik, no interrumpe nada y se integra completamente en el entorno. Sanit es ideal para los lugares con mayor concentración de personas, como edificios públicos en general, escuelas, bibliotecas, hoteles, además de oficinas, salas de conciertos y recintos deportivos. Para dispensar el desinfectante se utiliza un sensor sin contacto, con garantía de hasta 30.000 ciclos.
¿Sabía que?
Profesores de la universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney averiguaron que la gente se toca la cara de media casi 69 veces por hora. El estudio analizó grabaciones de vídeo de estudiantes de medicina durante las clases. A pesar de haber realizado un curso de control de infecciones que incluía las debidas precauciones de higiene y transmisión, la investigación demostró que los estudiantes se tocaban a menudo la cara, lo que pone de manifiesto que incluso los futuros médicos altamente formados son solo humanos. Lavarse las manos después de cada contacto no es posible ni necesario. En los lugares con mayor presencia de personas también es bueno dar más opciones de higiene.
En cambio Gallup, la empresa estadounidense de demoscopia, analizó qué porcentaje de la población se lava las manos o utiliza desinfectante de manos cinco o más veces al día. Dinamarca y Noruega ocupan el primer lugar, con un 94% de la población, frente a solo un 24% de la población de Senegal que lo hace con esta frecuencia.
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